MAUCO, la primera cohorte poblacional de chile, incorporará la vigilancia y estudio de COVID19 en Chile

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Catterina Ferreccio, epidemióloga y directora del proyecto de la cohorte poblacional del Maule MAUCO -del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas ACCDIS-, junto a su equipo de investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de Chile y Universidad Católica del Maule, incorporarán en su estudio poblacional, iniciado en el 2014,  la vigilancia de la epidemia de COVID-19. La propuesta fue adjudicada entre las 63 iniciativas financiadas por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) para la ejecución de investigaciones sobre COVID-19.  

La propuesta, llamada Centro Centinela COVID-19, es el nombre del estudio financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Investigación, a través de ANID. Esta iniciativa se suma al proyecto MAUCO, que desde hace 6 años investiga los factores que influyen o previenen el desarrollo de enfermedades crónicas en la comunidad de Molina y en la Región.

“Aprovecharemos la infraestructura de investigación que ya tenemos, en la que hemos seguido a 9500 participantes en edades entre 38 y 74 años de edad, y a quienes periódicamente les realizamos exámenes de salud y diversas evaluaciones de tipo psicosocial, cognitiva, ambiental, genética, microbioma, uso de agroquímicos y resistencia antibiótica y en donde, además contamos con un biobanco para almacenamiento de muestras biológicas. Sobre esta infraestructura incorporaremos la vigilancia de COVID-19 y otras enfermedades infecciosas” explicó Andrea Huidobro, Epidemióloga Responsable Local del estudio MAUCO y académica de la Universidad Católica del Maule, quien también agregó, que en este primer año se implementará el Centro Centinela COVID-19 para detectar precozmente el ingreso del nuevo agente infeccioso en la población y caracterizar el virus, la dupla virus-huésped y los factores que determinan la evolución del cuadro clínico. “La idea es que los protocolos de estudio y seguimiento de la epidemia, queden en la región para la detección, estudio y control de futuros brotes” señaló.

El proyecto Centro Centinela COVID-19, cuenta con la colaboración de la Municipalidad de Molina, del Hospital Santa Rosa de Molina y de los hospitales San Juan de Dios de Curicó y Dr. César Garavagno Burotto de Talca y con el apoyo del Servicio de Salud del Maule.

Entre los objetivos del equipo de investigación, se espera generar alianzas con la Organización Mundial de la Salud e incorporar el estudio a la red internacional de vigilancia de la pandemia, tomando en cuenta que se recolectará información en tiempo real de la actividad del SARS-COV2 en la población, caracterización genética y cambios del virus circulante, magnitud de la enfermedad ambulatoria, hospitalizada y su mortalidad.

“Lo que desarrollaremos es investigación-acción, ya somos parte del sistema de trazabilidad, testeo y aislamiento del COVID-19 en Molina. Compartimos con el sistema de salud local nuestros resultados, discutimos sus implicancias y ofrecemos una consultoría permanente en cualquier tema de salud que ellos plantean. El equipo de salud de MAUCO, es parte de la comunidad. La población de Molina, será la primera beneficiada por nuestra actividad académica pero también cumpliremos con el país que está financiado esta iniciativa.”

SEGUNDOS RESULTADOS DEL SEGUIMIENTO POBLACIONAL DE LA EPIDEMIA POR COVID-19 EN CHILE

En paralelo, desde el mes de abril el equipo de investigación del estudio MAUCO inició una campaña de acompañamiento a sus participantes, que incluye la realización de una encuesta usada internacionalmente adaptada a nuestra realidad, para evaluar la percepción, experiencias y necesidades de información del COVID-19 en Chile. “Además, aborda la apreciación del riesgo de los participantes durante la epidemia en Chile, indaga sobre su impacto económico, el abastecimiento de provisiones básicas, aspectos psicológicos, situaciones de contacto con casos, síntomas y experiencia en la adopción de las medidas de aislamiento social”, explicó el equipo de investigación.

Entre los resultados positivos de la segunda encuesta observados en el mes de mayo, se mostró un aumento significativo respecto a la facilidad de ejecutar las medidas sanitarias recomendadas, por ejemplo: uso de alcohol gel y de mascarilla, dificultades para el trabajo desde casa y evitar reuniones sociales y encuentro entre los niños.

A diferencia de la primera medición, realizada en abril, gran parte de la población entrevistada reportó menores preocupaciones respecto a las dudas sobre el origen de esta nueva enfermedad. Por otro lado, aunque aumentó levemente la percepción de riesgo de contagio del coronavirus, disminuyeron las personas que reportan evitar el contacto con otros individuos para prevenir el COVID-19.

Respecto al impacto económico, la Dra. Huidobro explicó que sólo el 25,2% de los participantes declaró sentirse perjudicado económicamente en el mes de mayo; tampoco se reportaron dificultades para conseguir provisiones básicas como comida o papel higiénico, durante los meses evaluados.

Durante el período evaluado, el 98,8% de las personas no presentaron fiebre, un 96,6% no tuvo dificultad respiratoria y el síntoma más frecuente fue el dolor de cabeza. Respecto al impacto psicológico, la investigadora informó que se mantienen los valores similares observados en abril, destacando que un 33,3% de los participantes notificó sentirse deprimido debido al COVID-19.

El proceso de recolección de información sobre COVID-19 y sus principales resultados de esta  encuesta social y psicológica de COVID-19 y los avances del Centro Centinela se informarán desde la página www.mauco.org.